Testosterona: Agresividad de los leones marinos
En muchas especies, a los machos sólo les vale apostar fuerte y entrar de lleno en la competencia por las hembras (una actividad no exenta de riesgos). Por ejemplo, entre los leones marinos, un pequeño número de machos monopoliza a la totalidad de las hembras; el resto tiene que esperar pacientemente a que el “dueño” del harén de muestras de debilidad. La conquista (y mantenimiento) de un harem siempre exige peleas sangrientas. Pero para un macho de esta especie casi cualquier riesgo merece la pena en términos evolutivos. Por supuesto, desde el punto de vista individual quizá sería mejor pasar sus días pacíficamente pescando y tomando el sol en la playa. Pero… los machos de león marino indolentes en esta materia no tienen oportunidad de pasar a sus descendientes sus genes de indolencia.